Como has podido ver, ya teniendo elaborada la hipótesis de investigación entonces te será más fácil poder enunciar los objetivos de tu estudio. Estos son muy importantes pues gracias a ellos es que se brindas mayor claridad para poder después declarar los métodos de recolección de datos que utilizarás, las pruebas estadísticas que realizarás, las formas de presentar la información que asumirás así como el resto de los elementos que conformarán tu estudio. Por esto es que siempre se dice que los objetivos constituyen el punto de partida y la base orientadora de todas las acciones que se ejecutarán en tu investigación.

La formulación de los objetivos incluye la declaración de un objetivo general en primer lugar y luego un grupo de objetivos que se conocen como objetivos específicos o secundarios. Claro que esto no debe constituir un cliché, en muchas ocasiones, el enunciado de un objetivo general es tan completo que no es necesaria la redacción de objetivos específicos. Claro, muchas veces esto puede estar en franca relación con lo qué y cómo se pretende investigar y que en las más de las ocasiones no es de una alta complejidad.

 La mejor práctica es que trates de elaborar un objetivo general lo más completo que se pueda y luego que le des salida a aspectos como la forma en que medirás determinadas características o los conocimientos que deberás elaborar para darle salida al objetivo general en objetivos específicos. Aunque para estos últimos no existe un número determinado lo mejor es que trates de ser concreto y elaborares una lista que en su lectura permita una correcta interpretación. Lo más recomendable es que desarrolles entre tres y cinco de estos objetivos aunque al final esto está en dependencia de la naturaleza de tu estudio y su planificación.

Para la elaboración de los objetivos debes tener en cuenta que estos van a expresar los fines o propósitos que se esperas alcanzar con tu estudio del problema planteado. Por ello, en su redacción es necesario que te preguntes ¿para qué llevo a cabo la investigación? Otro aspecto muy importante que debes tener en cuenta en la redacción de tus objetivos es que su redacción, de modo habitual, deberás comenzar con un verbo en infinitivo, algunos ejemplos de verbos que se utilizan comunmente en la redacción de estos son por ejemplo: determinar, identificar, establecer, distinguir, medir y cuantificar. No obstante esto no tiene que ser un quebradero de cabeza para tí, ya hay estudios que han sido capaces de sistematizar el asunto de seleccionar el verbo que más se adecue a la redacción de tu objetivo para algunas ciencias como es el caso de la Taxonomía de Bloom.

Otras precauciones que tendrás en cuenta además de una redacción clara, concisa y bien orientada hacia tu fin es que evites la unión de dos o más objetivos en uno, lo cual no significa que no puedas plantear un objetivo general, siempre y cuando sean precisados a continuación tus objetivos específicos. También deberás tener en cuenta que la redacción de tus objetivos expresarán que estos sean factibles de concretarse y de que puedas medirlos de alguna manera en tu estudio.

Con lo que te comentamos podrás asegurar el nivel de partida hacia aspectos como la selección de tu muestra, la operacionalización de tus variables y el análisis que conllevarán estas, aspectos que te serán expuestos en entrega posterior. Siempre ten en cuenta que este artículo es solo para que puedas tener una idea general de como se estructuran las etapas y los componentes principales de un trabajo de investigación científica. Recuerda siempre que el estudio más profundo deberá contemplar textos más especializados sobre el tema de la metodología de la investigación y de los métodos y vías con los que se desarrolla la ciencia. Cuenta siempre con nosotros para cualquier aspecto que no entiendas o no te quede claro, estamos aquí para apoyarte en todo momento.

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